Con tantos de Riveros y Valera, Universitario rescató un empate en el último minuto ante Goiás
El hincha podrá recordar -buscando en su mente o en internet- las diferentes remontadas o partidos épicos que logró Universitario de Deportes a lo largo de su exitosa historia, tanto en Copas como en torneos locales. Pero, lo que sucedió ayer en el Estadio Monumental U Marathon es para enmarcar: con un 2-0 abajo, la garra crema salió a relucir y, en el último minuto de juego, la ‘U’ empató un partido complicado, duro, ante un cuadro brasileño efectivo.
Las más de 70 mil almas en el estadio más grande del Perú hacía presagiar una noche inolvidable. El inicio del encuentro también se mostraba así: la ‘U’ manejaba la pelota, de un extremo a otro, se generaban espacios, es decir, se hacía casi todo lo que trabajó el equipo durante la semana. Sin embargo, faltaba algo: llegar al área y hacer lo más difícil, el gol.
Por abajo, Universitario demostró que tiene con qué; pero, en el juego aéreo hay una deuda notoria. ¿El motivo? Desde esa forma llegaron los dos tantos del visitante: Everton Morello y Maguinho, que en 8 minutos parecían que sentenciaban el encuentro. Claro, no contaban con la característica garra merengue.
Remontada y punta crema en el Grupo G
Luego del 2-0, hubo acciones claras que demuestran porqué Universitario es el más grande del Perú. Desde el banco, Jorge Fossati y compañía siguieron arengando a los suyos, en muestra de que esto no está perdido. En las tribunas, el hincha comenzó a cantar mucho más. El ambiente no era de un equipo derrotado, era el de un elenco dispuesto a dar pelea y luchar.
Así, tras mantener el balón e intentar penetrar el arco brasileño por la vía aérea, llegó el tanto de la ilusión. Una rebotera en el área chica, a tres del final, terminó con un derechazo dentro del arco de Riveros. El alma volvía al cuerpo y hacía presagiar una noche imborrable. Las ocasiones de gol siguieron llegando, las tribunas eran una fiesta, pese a ir perdiendo.
En el ambiente se vivía una sensación optimista, de que esto no terminará 2-1. Y así fue. En el último minuto del partido -dieron seis de agregado- y luego de un centro preciso de Andy Polo, Valera saltó por encima de todos, miró el balón fijamente, giró el cuello en el momento exacto y conectó al lado más lejano del arquero. ¡Golazo! El estadio se caía, las calles deliraban de alegría, las redes sociales explotaban, el Perú entero celebraba.
Fue un 2-2 peleado, sacrificado, pero merecido por lo que Universitario mostró en el campo. Con ello, se mantiene en el primer lugar del Grupo G de la Copa Sudamericana. El 4 de mayo, la casa de más campeón recibirá a Independiente de Santa Fe de Colombia.
¡CON LA U HASTA EL FINAL!