«Lolo» Fernández marcó toda la historia de Universitario, pero también dejó huella con las camisetas que reforzó durante su carrera. En esos tiempos, donde se acostumbraba jugar muchos amistosos ante equipos extranjeros, los cuadros rivales pensaban siempre en contar con él para ganar partidos y hacer más atractivo el espectáculo. El claro ejemplo está en las ocho veces que ayudó a su clásico rival, Alianza Lima, a enfrentar a clubes sudamericanos de gran nivel.

El «Cañonero» reforzó a Alianza Lima para enfrentar a Colo Colo (dos veces), Audax Italiano (dos veces), Magallanes y Club EDE de Chile; Vélez Sarsfield de Argentina y San Cristóbal de Brasil. «Lolo» hizo seis goles y no perdió ningún partido, demostrando por qué era el goleador que el «compadre» siempre quiso tener. Además, también apoyó a otros equipos peruanos como Sport Boys, Deportivo Municipal y Alfonso Ugarte de Chiclín, jugando con este último el único partido internacional de la historia del club ante Gimnasia y Esgrima de La Plata de Argentina en 1933.

En el extranjero, dos equipos también tuvieron la dicha de tenerlo como refuerzo: Banfield de Argentina y Colo-Colo de Chile. Con el primero, «Lolo» anotó un gol en el empate 2 – 2 ante Newell’s Old Boys, mientras que con el cuadro chileno disputó dos partidos ante Independiente de Argentina con un empate y una victoria. Con la camiseta del «Cacique» no hizo goles, pero tuvo un rendimiento notable que causó muy buenas reacciones en Chile.

«Lolo» es, posiblemente, el deportista más querido e idolatrado del Perú. Y símbolo permanente, de una de las instituciones de mayor arraigo popular: Universitario de Deportes. Fue el jugador más identificado con la casaquilla crema. «Lolo» Fernández es la «U» y la «U» es «Lolo» Fernández. Historia y leyenda. 

Se calcula, incluyendo partidos amistosos, que el «Cañonero» anotó más de mil goles en sus 24 años dedicados al fútbol. Por eso, porque fue sinónimo de gol, «Lolo» Fernández se metió en el corazón del pueblo. «Lolo» es el ídolo popular.