Cada inicio de año al lado de la “U” es un reencuentro y tiene sus propias características que lo hacen especial. Este 2018 nos están diciendo por todos lados que va a ser un año difícil, que tenemos un plantel corto y que pinta para sufrir. Pero recuerdo que hace unos días vi la foto de nuestro joven plantel y sentí esto ya nos ha pasado y, aunque ha sido difícil, siempre hemos salido bien parados. Siempre hemos mostrado nuestra mejor versión ante la adversidad.

Por eso tienen que renovarse los compromisos. Aquel pacto que asumimos cuando nos dimos cuenta que, al margen de los resultados y planteles, estar junto a la U nos hace bien. De la U nos hemos sentido orgullosos infinidad de veces, la U ha hecho que nos emocionemos infinidad de veces. Incluso, si se pudieran valorizar las emociones, tal vez estaríamos en deuda perpetua con Universitario. Nos ha regalado abrazos, lágrimas, risas y gritos destemplados. Hoy toca reiterar el compromiso y poner el hombro para que este joven equipo consiga sus objetivos. Está en nosotros irradiarlos de esa fuerza inexplicable que concentra nuestra camiseta.

A puertas de empezar un nuevo año y un nuevo ciclo futbolístico, conviene decirles a los muchachos que van a debutar en primera que sus sueños de gloria son compartidos por millones de personas en el Perú. Quien quiere ver bien a la U quiere que ustedes triunfen en el fútbol. Desde que se pusieron la camiseta crema hay una numerosa comunidad que sigue y respalda sus carreras, que este año los acompañará y alentará en todas las canchas en las que les toque jugar. Sabemos que es un comienzo precipitado e imprevisto, pero también sabemos que ha sido visualizado y soñado por ustedes. Hagan que este año sea su año. No solo queremos que callen bocas, también queremos que su juego encienda nuestras gargantas. Es su energía la que va a entrar a la historia cuando se hable de este 2018.

Queremos que el año nos brinde la satisfacción de ver un plantel comprometido, que se caracterice por su garra y amor a la camiseta. Ojalá que los grandes ayuden a los chicos en su proceso de consolidación y se genere una armoniosa mixtura en el equipo. Los hinchas no aguantamos las ganas de empezar a cantar.