El vaso medio lleno [La columna del hincha]
Por eso creo que se puede mirar nuestra realidad como vaso medio vacío o medio lleno. Si tomamos la primera opción, podríamos despotricar contra todos, criticar a los jugadores hasta deprimirlos y bajarle el dedo al equipo. Es una reacción comprensible: el plantel falla y pierde el respaldo de algunos que se sienten defraudados por una nueva eliminación copera. A pesar de que recién comienza un año que se sabe difícil, hay quienes prefieren tomar esa opción.
La segunda opción es acompañar y exigir mejoras. Lo digo porque, concretamente, lo único que un hincha les puede pedir sin condiciones a sus jugadores es que trabajen y luchen día a día por rendir mejor. Que el compromiso y la unión de grupo maximicen sus fortalezas al punto de opacar sus debilidades. Por eso ahora toca pedir que continúen con la entrega y rebeldía que vimos, pero esas ganas tienen que ser acompañadas por un crecimiento colectivo que se perciba partido a partido. El hincha tiene que acompañar y el equipo tiene que demostrar que ese respaldo se retribuye con trabajo. Crecer juntos es la tarea.
Confieso que el viernes al salir del estadio no tenía claro qué decir y tampoco entendía qué sentía. Simplemente me iba con ganas de que ya empiece el campeonato, para retomar las emociones y esperar que, de a poquitos, el vaso comience a llenarse.
atigUibas