Universitario se consagró tricampeón del fútbol peruano al vencer 2-1 a ADT en la altura de Tarma

Domingo 26 de octubre 2025 - 18:00 Hrs.     7059

Más de 10 mil personas en la ciudad de Tarma. La invasión crema fue total. Hospedajes y hoteles abarrotadas. Aforo completo, decía un letrero en la puerta de un pequeño hotel del centro de la ciudad. Lo que genera Universitario a nivel nacional es para enmarcar y no dejar pasar. Como el año pasado en Andahuaylas, Tarma fue la ciudad de todas las sangres. La consigna era una: ver al equipo levantar su estrella 29. Y así fue. Tarma y el Perú fueron una fiesta interminable.

El viaje a Tarma no salió como se esperaba. El equipo regresó en pleno vuelo a Lima. La espera en Tarma por parte de los hinchas, que ya estaban apostados en diferentes partes de la ciudad, no importó.  Con cansancio acumulado y la presión, el equipo llegó a Tarma con la fiel hinchada siguiéndoles los pasos. Por la noche, Tarma se iluminó con el gran banderazo afuera del hotel del primer equipo. El mensaje era uno: unidos se pueden lograr grandes cosas.

El día del partido, el ambiente era de júbilo, pero también de mesura. De ansias y de también de calma. De una alegría disimulada. De una fe gigante. La ciudad era Tarma, pero tranquilamente se podía decir que parecía Lima. La llegada del equipo, el sol abrasador, los hinchas llegando en masa.

El grito ahogado del tanto anulado a Alex Valera fue un aviso de lo que sucedería minutos después. Universitario mandaba en el campo. Como decía líneas arriba, Tarma parecía Lima y el estadio Unión el Monumental. Los jugadores lo sintieron así y por eso jugaron como siempre, como grandes, líderes y tranquilos. Porque a pesar del autogol de Santamaría, no hubo desconcierto, menos miedo.

Por el contrario, el comando técnico charló con los jugadores en un ambiente de sosiego. El rostro de los futbolistas a la salida al campo en el segundo tiempo fue de hoy nadie evitará que festejemos. A los 13’ del complemento, llegó el primer sismo en Tarma. Tiro de esquina de Andy Polo al primer palo, Valera rosó el balón y por el segundo palo llegó el testarazo de Di Benedetto. Era el gol de la tranquilidad.

El cuadro crema siguió intentando, pero el gol no llegaba. Se acercaban los últimos diez minutos cuando una falta cerca al banco del local puso en suspenso a todo el estadio. Otra vez Andy se paró delante del balón parado. Dentro del área, los jugadores se desmarcaban. Entonces el balón tomó altura y Valera, el goleador del año, anticipó a su marca, se elevó como todo el año y con un frentazo descolocó al golero local y…golazo.

El sismo del primer tanto ahora fue un temblor que se sintió en Lima y en todas partes del Perú. Tarma sufrió un movimiento telúrico ocasionado por el hincha crema. Luego, los últimos minutos fueron de nerviosismo, intranquilidad y manos en los ojos. El tiro al palo en los minutos finales fue por un momento un paro al corazón para muchos.

Hasta que llegó el pitazo final. El sonido más bello. La felicidad fue extrema. Los jugadores llorando, saltando, gritando, algunos tirados en el piso, otros corriendo sin sentido. En las tribunas, la gente se abrazaba, cantaba a rabiar. No era cualquier título nacional, era el tricampeonato, el segundo de Universitario.

Una vez más, como para que no haya más dudas, Universitario ratificó su chapa del mejor equipo del Perú, el más ganador, lejos.

¡CON LA U HASTA EL FINAL!

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